viernes, 22 de noviembre de 2013

Los peajes en Suiza







Si quieres circular por Suiza con tu coche tienes que comprar una “pegatina” denominada “vignette”. 

Es como si pagaras un peaje al entrar en el país, y ya no tienes que pagar más en un año. La pegas en el cristal como la pegatina de la ITV, y ya está.

¿Precio? Desde 1995 el precio no ha variado: cuesta 40 CHF (32,54 € al cambio).  Pero quieren aumentar su precio a 100 CHF anuales (81,34 €). Según cuentan los defensores del aumento, el importe de la “vignette” va a ir íntegro al mantenimiento y ampliación de la red de carreteras suiza.

Y como todo en este país, es el pueblo el que votará si quiere que se aumente el precio o no. Será el domingo 24 de noviembre de 2013.

Si se piensa bien, 100 CHF por circular por prácticamente toda Suiza durante un año no es un precio desorbitado, si se compara con el precio de los peajes en España. O con el precio de un viaje en tren de ida y vuelta de Basel a Berna, por ejemplo: 78 CHF.

Yo estoy impaciente por saber el resultado de la votación.

¿Creéis que ganarán los que quieren aumentar el precio, o creéis que los suizos no estarán dispuestos a pagar 60 CHF más?

jueves, 21 de noviembre de 2013

Inauguración curso 2013-14 en la UNED de Berna




El martes asistí a la apertura del curso académico 2013-14 en el centro asociado de la UNED en Berna.

El evento empezaba a las 19:30 h., así que calculé el tiempo para llegar desde casa, con tiempo de sobra para buscar el sitio donde se celebraba.

Tenía que coger el tren de las 17:59 para llegar a Berna sobre las 19:00 h. Así que, allí estaba yo a las 17:45 con mi billete de ida y vuelta comprado, esperando el tren. Y lo que no sabía en ese momento es que llegar a Berna iba a ser una pequeña aventura, aunque al estilo suizo, evidentemente.

La revisora estaba cerca de mí en el andén, y pude comprobar que empezaba a ponerse nerviosa sobre las 17:54 porque el tren no llegaba (imagino que suele trabajar en ese tren habitualmente y conoce la frecuencia del mismo). Hizo una llamada con el móvil, y empezó a decirnos a los que estábamos cerca  que nos fuéramos al andén 7 e hiciéramos trasbordo en Olten, que nuestro tren había sufrido una avería técnica y no iba a llegar. En seguida también lo empezaron a decir por megafonía.

Así que eso hicimos. El tren de la vía 7 salía a las 18:04, con lo cual llevábamos retraso, cosa muy importante para los suizos, acostumbrados siempre a que todo sea puntual.

El tren salió a su hora, y cuando llegamos a Olten en la megafonía del tren nos dijeron que fuéramos a la vía 11, que allí nos estaba esperando el tren que nos llevaría a Berna. Y así fue.

Cuando el tren arrancó, una amable señorita pidió disculpas por megafonía por el retraso que llevábamos (se estimaba que llegaríamos 13 minutos tarde). Cuando el tren llegó a Berna, la misma amable señorita volvió a disculparse y nos comunicó que sólo habíamos tenido un retraso de 12 minutos. Repito: la puntualidad es muy importante para los suizos.

En la estación de Berna me equivoqué de salida, pregunté a una mujer que estaba desatando la bici en el parking de la estación (había 5º de temperatura y llovía, pero lo de la bici aquí es alucinante) y me señaló cómo llegar a Theaterplatz (plaza del teatro).

Tenía que pasar por la Bundesplatz (algo así como la plaza del Congreso), y cuál fue mi sorpresa, cuando al llegar a la entrada de la plaza me encontré el acceso bloqueado por un montón de gente que estaba mirando algo.

Al intentar atravesar el gentío descubrí lo que estaban mirando. Había un espectáculo de luz y sonido que proyectaba imágenes sobre el edificio del “Bundes” o Congreso.

No podía pararme a mirar porque llegaba con el tiempo justo al evento de la UNED, pero lo que pude ver mientras atravesaba la plaza era precioso. Había un castillo de los cuentos de princesas, y luego una especie de montañas, muy bonito.

Trasteando por la web, he descubierto lo que era. Se trata de un espectáculo que se llama “Rendez-vous Bundesplatz” y tiene lugar todos los días desde el 18 de octubre hasta el 1 de diciembre de 7 a 8:30 de la tarde.

Al final llegué justita de tiempo a Theaterplatz, 7, y allí estaba la directora del centro asociado de la UNED en Berna, Judith Vega, saludando personalmente a los que íbamos llegando.

En la mesa presidencial se sentaron  la directora, el Vicerrector de Centros, el embajador de España en Suiza y un alumno que se acababa de licenciar en Filología inglesa.


Fue éste el primero en hablar, y luego lo hizo la directora, que impartió una estupenda lección inaugural titulada "El camino de Santiago y la iconografía del patrón de los peregrinos en tierras helvéticas". Me encantó. Hay un montón de vestigios de Santiago en Suiza, no sólo por las ciudades y pueblos por donde pasaba la ruta jacobea, sino por todo el país. Alguno que hay por Basel ya me lo he apuntado para ir a verlo.


Después habló el embajador, y luego el Vicerrector. Inauguramos solemnemente el curso, y nos fuimos a la sala contigua donde nos esperaba un “aperitivo” muy rico.


Y un rato después me fui para mi casa, esta vez sin aventuras con los trenes. Y como cosa curiosa, el tren paró  en Olten y un chico subió  y se sentó enfrente de mí. Llevaba algo del tamaño de una maleta de cabina, pero mucho más estrecho dentro de una funda.

Al llegar a la estación de Basel cogió el mismo autobús que yo, y se bajó, curiosamente, en la misma parada que yo. Mientras yo esperaba otro autobús, él sacó de la funda una bicicleta plegable de la marca "Brompton", hizo clac-clac, dobló cuidadosamente la funda hasta dejarla del tamaño de un monedero, la colgó del sillín, se montó y se fue. Como podéis suponer, seguía haciendo frío y seguía lloviendo.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Las bibliotecas


Se pueden ver muchas bibliotecas por Basel.

La red de bibliotecas se llama GGG Stadtbibliothek Basel.

Hay una especial que no está con la GGG Stadtbibliothek Basel. Se llama JUKIBU (Interkulturelle Bibliothek für Kinder und Jugendliche) y tiene libros en 50 idiomas, entre ellos el español, el catalán, el gallego y el vasco. Está dirigida a niños y jóvenes. También hace talleres y cuentacuentos en alemán y en otro idioma: español, francés, portugués, turco, árabe, japonés, etc.


La mayoría de las bibliotecas tienen algún espacio para niños o infantil con juegos y mesas y sillas para que los más pequeños estén entretenidos.

Todas las bibliotecas suelen tener libros de diferentes temáticas: jardinería, moda, manualidades, terror, ideas…


Por ejemplo, nosotros hace poco nos sacamos un libro que se titula “100 Ideen für dein Zimmer” (100 ideas para tu habitación) en el que ponía hasta como hacer fácilmente  una estantería con una caja de cereales y cartón.

Según todo esto, las bibliotecas de aquí son unas bibliotecas normales como las demás, pero hay una cosa curiosa que las diferencia: la forma de sacar los libros.

Y las bibliotecarias y bibliotecarios sirven para una cosa muy muy distinta.

Primero: los libros no se sacan igual que las revistas, las revistas se sacan con una carpeta: pones la revista dentro de la carpeta y la sacas (aunque la verdad es que es como si sacaras la carpeta).


Segundo: ¿para qué sirven las bibliotecarias y bibliotecarios? Pues como en todas las bibliotecas dan información, ordenan  los libros y eso.

Pero aquí hacen algo menos: ellos no están en el mostrador para sacarte los libros.

Para sacar los libros hay una mesa con una pantalla como la de una tele y abajo tiene como un pequeño escáner con una luz roja como la de los lectores. Ahí pones el carnet y lo lee. Después  pones los libros con el código de barras hacia abajo separados encima de esa especie de mesa.   Seguidamente los lee, te da el ticket con la fecha de devolución y la información de los libros que has sacado. Y ya has sacado los libros durante un mes.


También se pueden sacar películas, juegos, e-books ¡y mucho más! Y hay una biblioteca en la que te puedes tomar un cafecito mientras hojeas los libros.


Marina:   tres en Suiza

domingo, 10 de noviembre de 2013

Haciendo panellets en Basel



En Cataluña es típico hacer la “Castanyada” en la fiesta de Todos los Santos. Se cocinan panellets y se asan castañas.

Cuando vivíamos en Barcelona, desde el cole siempre nos pedían llevar cosas de “la tardor”  ̶ que es como se dice “el otoño” en catalán  ̶  así como frutos relacionados con esta época del año. Con todo ello decoran los pasillos y las clases.

Así que papis y peques solíamos irnos un sábado o un domingo a la Collserola a buscar hojas y piñas que se hubieran caído por el suelo. Nos hacíamos unos bocatas y pasábamos un día estupendo de campo.

También pedían que lleváramos castañas. Las asaban y se las daban a los peques, que venían a casa con las que no se habían comido.

Y en el ciclo de Educación Infantil que va de P3 a P5 los peques hacen panellets. Se lo pasan pipa y les hace mucha ilusión que papi y mami se los coman.

Y en Basel hemos seguido la tradición. Marina está apuntada a las clases de catalán que dan en el Centre Català de Basilea, y el viernes tocó hacer panellets. La profe nos inivitó a alumnos y padres a ir a su casa. Tenía ya la masa preparada, y sólo tuvimos que hacer bolas, croquetas y setas, enganchar los piñones (tarea nada fácil) o la almendra picada (esto costó menos), batir huevos y mezclar masa con chocolate y coco.




Hicimos 4 tipos diferentes de panellets: piñones, almendra, chocolate y coco. Y las 4 familias que participamos acabamos con un variado y amplio surtido de estos dulces típicos catalanes de la fiesta de Todos los Santos.


Pasamos una tarde muy divertida, conocimos a gente estupenda y, por supuesto, ya estamos apuntados para el año que viene.

Tres en Suiza

jueves, 7 de noviembre de 2013

Herbstmesse en Basel





Estamos en plena feria de otoño en Basel.  Todo el mundo nos había contado que la feria estaba genial, que teníamos que ir, y les hemos hecho caso.


Además, el fin de semana pasado nos visitaron Lydia y Fede, unos amigos que viven en Barcelona, y nos fuimos todos a la feria. Montamos en los coches de choque, la peque en un tiovivo precioso que hay montado en Petersplatz, comimos raclette, y degustamos unas ricas Wurst, que es como llaman aquí a las salchichas.


La feria de Basel se lleva celebrando desde hace más de 540 años. Las diferentes atracciones están repartidas por diferentes partes de la ciudad, con lo que da la sensación de que todo Basel es una fiesta y, además, no tienes la sensación de aglomeración, pues la gente está muy repartida. Viene gente de todos los pueblos de alrededor, y algunas de las atracciones no las habíamos visto antes.
Dura dos semanas, y siempre empieza 14 días antes de San Martín  ̶  que es el 11 de noviembre  ̶  aunque lo suelen hacer coincidir con el sábado anterior al 30 de octubre. Y acaba justo el día anterior a S. Martín.


Así que, como ya acaba este fin de semana, iremos otra vez para ver los puestos de artesanía o montar en alguna de las atracciones.

Tres en Suiza