domingo, 16 de noviembre de 2014

De vacaciones en Amsterdam


La segunda semana de nuestras vacaciones de octubre nos fuimos a Amsterdam. Era la primera vez que estábamos y nos ha encantado.


Llegamos por la noche y no nos costó mucho encontrar el hotel. Al día siguiente decidimos hacer una ruta por los puentes de Amsterdam, para así ver la ciudad. Estaba muy nublado, había mucha humedad y hacía mucho frío, tanto, que tuvimos que comprarnos gorros y bufandas. No íbamos preparados para una temperatura tan baja.


Visitamos el museo de Rembrandt. Os lo aconsejamos, pues está en un edificio que fue su casa. Tiene varias plantas, y se visita su taller y el estudio donde enseñaba a sus alumnos, entre otros muchos espacios. Todos son muy interesantes para hacerse una idea de cómo fue la vida del pintor, que no pudo pagar la hipoteca de esa casa, y por ello fue subastada, junto con todas sus pertenencias. Como se hizo un inventario para la subasta, se sabe las cosas que en ella había, y se han buscado o fabricado réplicas de muebles y de la colección de curiosidades que el pintor tenía.
Además hay una audioguía en español muy útil, pues explica cosas muy interesantes sobre la vida en la época de Rembrandt.


La ciudad nos gustó mucho, anduvimos un montón, y comimos muy bien, por supuesto. El primer día comimos en un pub inglés donde ellos hacían su propia cerveza. Probamos dos tipos diferentes. Riquísima.


Y al lado de uno de los hoteles en los que estuvimos había una trattoria italiana, "Fantasia", con unas pizzas riquísimas. Además, uno de los camareros, Pablo, es italiano, pero está casado con una maña, así que habla español perfectamente.


Se pueden hacer cruceros por los canales, en los que vas pasando por los sitios más emblemáticos de la ciudad: la casa de Ana Frank, la casa con la fachada más ancha, los canales con las casas de la gente adinerada de la época, etc.


En el que cogimos nosotros podías escuchar la explicación en español, así que no hay excusa. Por cierto, en Amsterdam la lengua oficial es el neerlandés (u holandés), pero todo el mundo habla inglés (y muy bien, a nivel bilingüe).



También os recomendamos visitar el Rijksmuseum, el Museo Van Gogh y la Casa de Ana Frank. Eso sí, comprad las entradas por adelantado, pues las colas son tremendas.


Y mucho cuidado con las bicicletas. La ciudad está tomada por ellas. Y muchas veces no respetan pasos de peatones ni semáforos. Yo soy partidaria de la bicicleta, pero el poco respeto que muchos ciclistas mostraban en Amsterdam me molestó mucho.


Un sitio que también os recomendamos es el Begijnhof o "patio de las beguinas". La entrada no es fácil de encontrar, por lo que llegar al patio es toda una aventura.


Es una zona residencial fundada a mediados del s. XIV, donde vivían las beguinas, unas mujeres que vivían solas y habían decidido dedicar su vida a la oración y las obras benéficas.


Según pudimos averiguar, hoy en día la mayoría de las casas siguen estando habitadas por mujeres.


En una de las esquinas del patio está la casa más antigua de Amsterdam. Es la que en la foto de abajo tiene la fachada de madera pintada de negro.


En el patio se pueden visitar también dos pequeñas iglesias.


Otro lugar curioso de Amsterdam es un edificio que está cerca de la estación, que actualmente es el  hotel de 5 estrellas "Amrath" y cuyo interior puede visitarse. En la tercera planta hay unas cristaleras espectaculares. Y el ascensor es de los antiguos: de madera y con asientos.


En algunos de los canales hay casas flotantes. Comprar una de ellas es bastante caro, según nos contaron, pues el ayuntamiento suspendió hace unos años la concesión de licencias, y lo que compras es la licencia para poder tener una casa en el canal, a lo que tienes que añadir la casa-barco.


Y como última recomendación, hay dos empresas de transporte público que circulan por la ciudad. Una es cara y la otra barata. Tened cuidado si os compráis una tarjeta de transporte para un día completo, pues sólo la podréis utilizar en la compañía en la que la hayáis comprado.


Tres en Suiza

domingo, 9 de noviembre de 2014

De vacaciones en el Bodensee: Meersburg


Os seguimos contando lo que hicimos en el Bodensee. En la parte del lago opuesta a Konstanz está Meersburg, un pueblo con una parte antigua medieval que merece la pena visitar.


Decidimos coger un ferry de Konstanz a Meersburg, y así nos dábamos otra vuelta por el Bodensee.


Antes de ir no sabíamos que justo ese día empezaba una feria a caballo entre el medievo y la época moderna en el pueblo. Y nos lo pasamos estupendamente.


Los habitantes del pueblo se había disfrazado e hicieron un desfile por el recinto de la feria. 


Había reyes europeos,

reyes árabes,

damas y caballeros,


bufones,


e incluso algún leproso.


El desfile estaba amenizado por una banda de gaitas, violines y bandurrias.


Y habían contratado a la banda de tambores de San Gimignano.


Mientras sonaban los tambores, hicieron un espectáculo con banderas;


y luego unas bailarinas representaron varias danzas medievales que nos encantaron.


En la feria había un montón de actividades para que los más pequeños no se aburrieran. Jesús y Marina participaron en una de ellas. A ver si con la foto adivináis en qué consistía.


¿Queréis que os demos alguna pista? En la foto vemos unos troncos con un agujero en el centro, y lo que hay en ese agujero son huevos cocidos pintados de colores. ¿Y para qué?, os preguntaréis. Os dejamos otra foto, a ver si lográis adivinarlo.


¿Sabéis ya en qué consiste el juego? Os lo contamos: había que lanzar las bolas de metal que se ven en la foto de arriba, intentando espachurrar los huevos. Para los niños los troncos estaban cerca, pero los adultos lo tenían un poquito más difícil. Aunque hemos de decir que Jesús y Marina acertaron un montón de veces.


Los troncos de la foto de arriba eran los de Marina, los de Jesús estaban muy lejos. ¿El premio? Unas chuches y unas piedras de colores muy bonitas.



Después nos fuimos a ver cómo luchaban el rey Francisco I de Francia y el Pascha Pargali Ibrahim.


Nos enseñaron también una lucha con dagas entre una dama y el rey Francisco.


Y, por supuesto, había un montón de puestos de venta de muchísimas cosas.


En Meersburg hay dos palacios, uno es más antiguo


y el otro más moderno.



Desde la explanada de este palacio se tienen unas vistas del lago impresionantes.


La parte antigua del pueblo, como ya os hemos comentado, merece una visita, pues se encuentran rincones muy bonitos.


No os hemos contado que en el ferry es muy normal que suban coches y autobuses. Y descubrimos que también suben tractores con remolques cargados de uva.


En fin, que nos gustó mucho la visita a Meersburg.

Tres en Suiza

sábado, 1 de noviembre de 2014

De vacaciones en el Bodensee: Konstanz


Tenemos una amiga que vive en Konstanz, y nos había invitado a ir a verla cuando quisiéramos. Así que aceptamos la invitación, y la primera semana de la "Herbstferien" o vacaciones de otoño, nos fuimos al Bodensee o Lago Constanza.


He visto ya unos cuantos lagos en Suiza, pero el Bodensee tiene un encanto especial. La foto de arriba es de un trocito del lago en el que hay arena, y la peque se puso a buscar conchas. Y no encontró conchas, pero sí caracolas.


No os voy a contar la historia de Konstanz, porque para eso está Internet, pero sí os diré que se dio a conocer gracias a la celebración del famoso Concilio de Constanza. No sé si habéis oído hablar del Papa Luna, que era español. Pues está muy relacionado con el tema del Concilio.
 

La foto de arriba es el edificio donde se reunió el Concilio. Este año se celebran 600 años del mismo, y en la ciudad diversas exposiciones lo festejan. Una de ellas es de lo más curiosa. En la buhardilla del Museo Arqueológico de Konstanz han montado una exposición de clicks de Playmobil representando el Concilio. Representan la vida de la ciudad en el s. XV: cómo vivían sus habitantes y  el Concilio, explicándolo paso a paso. Además han metido gazapos (un click vestido de motero con la moto, por ejemplo), que los niños tienen que encontrar, y no es nada fácil, os lo puedo asegurar.


En el puerto principal de Konstanz se levanta una gigantesca estatua giratoria denominada Imperia, que se erigió en 1993 para conmemorar el Concilio. Representa a una cortesana que se acostaba con el rey y con el Papa. Por eso sujeta en una de sus manos la estatua del Papa y en la otra la del rey.
Las amantes de reyes y papas tenían mucha influencia en las decisiones que se tomaban, por lo que podemos imaginar el poder que pudo tener la mujer a la que representa Imperia.



Aparte del lago, Konstanz tiene una Universidad y mucho turismo.


El centro está todo el rato lleno de turistas que pasean, hacen fotos, compran, y cómo no, también cogen ferrys que les dan paseos por el lago. Y eso hicimos nosotros, como buenos turistas que somos.


Nuestra amiga nos dejó una guía de la ciudad, y pudimos ver muchos rincones interesantes de la ciudad.
Como por ejemplo, esta secuoya.


O el antiguo ayuntamiento, que tiene un impresionante patio en el interior,



y un bonito jardín.


Una placa recuerda a los habitantes de Konstanz muertos en la 2ª Guerra Mundial.


 El lago, al atardecer, nos regaló el primer día esta preciosa estampa.


Tres en Suiza