martes, 8 de julio de 2014

ProspecieRara


Hace 3 fines de semana la asociación ProspecieRara organizó una serie de actividades en el Parque Merian Gärten de Basel.

ProspecieRara se dedica a recuperar especies típicas de fauna y flora suizas. Ovejas, tomates, cerezas, calabazas, lo que se os ocurra. Para ello coleccionan semillas de especies en extinción y realizan diversas actividades para aumentar la producción. Ellos mismos crían los animales y las plantas, y luego las venden. En Coop se encuentran sin problema.



Y todo el que quiere, puede hacerse socio. Existen dos tipos de socios: los que colaboran con dinero, mediante una cuota anual, y los que, además, participan recibiendo semillas de especies en extinción y plantándolas en su casa. Al principio, las semillas que recibes no son de especies en gran peligro. Cuando obtienes la cosecha, parte de las semillas de los frutos tienes que enviarla a ProspecieRara para que continúe creciendo el banco de semillas. Según vas cogiendo práctica y los cultivos se te van dando mejor, recibes semillas más complicadas.


En el Merian Gärten tenían puestos en los que vendían sus plantas y también puestos de cestería, conciertos al aire libre, actividades para los niños, etc.


Suelen hacer esto todos los años en junio en el Merian Gärten. Allí tienen un enorme huerto y crían animales.

Nosotros, por ahora, nos hemos limitado a comprar un par de las plantas que ellos venden: una tomatera y una planta de judía. Y de momento, tenemos dos tomates en la mata. Y muchas flores, así que esperamos hacernos unas cuantas ensaladas de tomate este verano.



Y a finales de febrero plantamos por nuestra cuenta y riesgo semillas de tomates cherry de diferentes tipos: pera, amarillos, con forma lobulada, de color rojo oscuro, ...


Estos van un poquito más atrasados, pero esperamos tener una buena cosecha también.


Y ya puestos, decidimos plantar unas cuantas semillas de calabaza. Y como detrás de casa hay un gran jardín, allí las trasplantamos. Pero no tuvimos en cuenta las babosas, a las cuales les encantan las flores de esta planta. Así que no está claro si conseguiremos comer una calabaza criada por nosotros este año. Y como no para de llover en Basel, no hay manera de acabar con ellas.

Lo que sí esperamos es poder comer pimientos, que van muy bien.

Tres en Suiza.

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