domingo, 17 de agosto de 2014

Vuelta a la rutina


La semana pasada leí en una revista un artículo en el que el autor comparaba la vuelta de las vacaciones de verano con los propósitos de Año Nuevo. Yo, la verdad, siempre he pensado en empezar cosas nuevas en septiembre, con la vuelta a la rutina. El 1 de enero no ha sido nunca mi fecha para hacer algo nuevo.

Y en Suiza la vuelta a la normalidad, sobre todo si tienes niños, empieza un poquito antes que en España.


Mañana la peque vuelve al cole, y este curso madruga más que el anterior. Serán las 6:30 h. cuando suene el despertador (no, no me equivocado, la hora es correcta). Tres días con clase por la tarde en vez de dos, nuevos profesores y nuevas actividades.

Como es costumbre en Suiza, comeremos a las 12:00;  y este año habrá que cenar como muy tarde a las 19:30 h. para así poder acostarse pronto, pues de lo contrario el madrugón no le sentará bien a la pobre.

Cuando en las vacaciones contaba a amigos y familiares en España la hora a la que empieza el cole este año, todo el mundo me decía lo mismo: "¡Están locos estos suizos!"
Y cuando aquí cuento la hora a la que empezaba el cole en España (9:00 h.), siempre me dicen lo mismo: "¡Pero eso es muy tarde!"

El curso pasado comparé las horas que Marina tenía clase efectiva en Barcelona con las que tenía clase en Basel. Resultado: las mismas. Diferente distribución horaria, pero igual número de horas lectivas semanales. En Barcelona tenía clase todos los días de 9:00 a 12:30 h y de 15:00 a 16:30 h. En Basel todos los días de 7:50 a 12:00 h y dos días a la semana de 14:00 a 16:30 h. Es decir, 3 tardes libres más en Basel que en Barcelona.


Cuando comento esto en España, siempre me preguntan: "¿Y cómo se las apañan los padres en Suiza?"
Muy fácil: aquí con un sueldo se puede vivir perfectamente (en la mayoría de los casos, nunca se puede generalizar). La madre suele estar en casa hasta que los niños ya son un poco grandes (el cole empieza a los 7 años, aunque antes se les puede llevar unas horas por la mañana al Kindergarten o guardería). O si quiere trabajar mientras los niños son pequeños, puede trabajar parcialmente, existen jornadas de un 20%, 30%, 40%, etc. de lo que sería una jornada semanal normal, por ejemplo.

Si trabajan los dos padres al 100%, existe un servicio de comedor. Pero el comedor no está en el cole, el niño tiene que ir hasta donde esté el robi-spiel que ofrece el servicio de comida, y luego se pueden quedar allí jugando si quieren, aunque sólo estarán vigilados de 12:00 a 14:00 h, es decir, en el horario de comida. Si después el niño decide irse a jugar al parque de al lado o cogerse un autobús para irse a casa de un amigo que vive tres manzanas más allá, es libre de hacerlo. El precio diario del comedor es de 13.50 CHF (10.80 €).

Y a partir de la semana que viene empiezan también nuestras nuevas clases de alemán, una nueva clase de conversación, empezaremos a hacer yoga, a ver qué tal se nos dan las clases de coro y haremos las pruebas para entrar en las clases de circo.



Vamos, que no esperaremos a enero del año que viene para hacer nuevas cosas.
Por cierto, la foto de arriba es de los Alpes vistos desde el avión. ¡Una pasada!

Tres en Suiza



2 comentarios:

  1. Que bien! No paráis! Nosotros por aquí haciendo también "vuelta a la realidad", empezando por los padres, cómo siempre.... :-( Un beso a los 3!

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  2. La realidad siempre es dura, y más después de las vacaciones ;-) ¡Ánimo!
    ¡Besos para los 4!

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