Esta es una de las dos tabletas de turrón de chocolate con arroz inflado que Marina ha llevado esta mañana a clase. Y según cuenta, ha volado en un santiamén.
En la clase de Marina hacen proyectos variados a lo largo
del año. El anterior trató el tema de los dinosaurios. En el de ahora están
aprendiendo a leer un plano de la ciudad (aquí lo de saber orientarse es muy
importante, por el tema de las montañas, y lo aprenden desde muy pequeños). Una
de las actividades realizadas la semana pasada consistió en un día de
excursiones, por la mañana a una iglesia y por la tarde al Münster
(catedral). El objetivo era que vieran desde lo alto de las torres lo que
están aprendiendo a localizar en el plano.
Y cómo no, dada la época en la que estamos, también están con
el proyecto de Navidad. En la clase hay niños de diferentes nacionalidades, y
cada día le toca a uno llevar algo relacionado con la Navidad. Puede ser un
cuento, un villancico, alguna comida… Lo que se les ocurra. Y puede tener o no relación con su país de
origen. Algunos han llevado cuentos navideños italianos; otros, pasteles de
manzana de Turquía. Y nosotros hemos llevado turrón de chocolate con arroz inflado, el típico que comen los niños españoles en Navidad. Y los no tan
niños, para qué negarlo.
Y según cuenta Marina ha gustado mucho. Nosotros nos hemos divertido mucho haciéndolo.
Tres en Suiza
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