El lunes de la semana pasada estuvimos en uno de ellos: una recepción-crucero.
La primera parte, la de la recepción, consistió en una
charla en español que tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento. Una
sala preciosa, como podéis ver en las fotos.
La charla se traducía al italiano, el francés y el
portugués. La recepción estuvo dirigida por
Nicole von Jacobs, la directora del
Departamento de Integración de Basel-Stadt.
A lo largo de una hora fueron presentándose y dándonos la
bienvenida, sucesivamente,
Eva Herzog (Consejera del Gobierno de
Basel-Stadt), Pascal Seiler (departamento de Finanzas), Anna Rhonheimer (departamento de Relaciones Laborales), André Pache (departamento de Inmigración), Silvia Bollhalder (departamento de Educación), y Marielle Rutquist (departamento de Integración).
El último en hablar fue Roberto Marti, uno de los asesores
que trabajan en el Departamento de Integración. Hijo de españoles
emigrados a Suiza, contó la experiencia
de sus padres y la suya propia, destacando la importancia de aprender alemán y
el gran nivel educativo existente en el cantón, así como las posibilidades de
trabajo que hay.
La segunda parte, el crucero, tuvo lugar, como podéis
suponer en un barco. Tenía dos plantas, y en ellas estaban todas las personas que anteriormente nos habían dado
la bienvenida, cada una en un stand, resolviendo en español todas las dudas que
pudiéramos tener sobre los temas en que cada uno de ellos era experto. Por
supuesto, había suficientes folletos, hojas explicativas, mapas, y demás para
que ninguna duda se quedara sin resolver. Mientras, se ofreció un aperitivo con
bebida y comida gratuita, y durante la hora que duró el crucero por el Rin, dos
músicos amenizaron el paseo.
La verdad es que leyendo la carta en la que te invitan
a la charla no deduces lo alucinante que es. Sabía cómo estaba todo organizado
porque gente que había asistido a alguna de estas charlas me lo había contado. Creo
que es de agradecer que durante dos horas personas que ocupan altos cargos en
el Gobierno cantonal estén dispuestos a resolver las dudas (muchísimas) de unos
inmigrantes recién llegados a la ciudad sobre todo tipo de temas: trabajo,
convalidación del carnet de conducir, permiso de residencia, escolarización,
aprendizaje de alemán, rutas turísticas, impuestos,…
Cuando emigras a otro país, todo es un mundo. No sólo no
dominas la lengua, es que no dominas nada: ni el sistema educativo, ni el tema
de los impuestos que aparecen en tu nómina, ni el de los seguros médicos, ni el
de las propinas, ni el de los transportes… Todo es diferente.
Y se agradece que te lo hagan más fácil. Salí del barco con dos
bolsas llenas de papeles con direcciones, teléfonos y nombres, todos ellos muy
importantes. Estoy segura de que los utilizaré.
Marina y Mapi
Tres en Suiza