Augusta Raurica

Hoy  vamos a hablar sobre Augusta Raurica. Augusta Raurica es un conjunto de ruinas romanas situadas en Argovia. Fue fundada por los romanos en el año 44 a. C. En su época de esplendor vivían y trabajaban allí de 10.000 a 15.000 personas. El pueblo hoy se llama Kaiseraugust y se puede llegar fácilmente en tren. En este pueblo de Argovia viven ahora alrededor de 5.000 personas.

Hay un museo en el que explican cómo vivían los antiguos romanos, sus costumbres, a qué jugaban los niños, qué comían, etc.

Junto al museo hay una construcción de lo que sería una casa romana de una familia rica de la época. Tiene un amplio patio antiguo típico romano con bancos pequeños para sentarse, algunas estatuas y un pequeño huerto en el centro. Alrededor del patio se encuentran las estancias de la casa.

La mansión comprende varias salas relacionadas con el aseo: bañeras, una sala con cremas y espejos para acicalarse, … 

También está la cocina, que como cosa curiosa incluye las letrinas dentro de ella; al lado, el comedor con divanes, una mesa y sillas.

Podemos asomarnos también a los dormitorios, que no tienen armario, pues guardaban la ropa doblada dentro de cofres.

También hay un ejemplo de tres establecimientos de la época: una taberna, un taller de ahumado de carne, y una fragua. En el conjunto de Augusta Raurica los arqueólogos han encontrado numerosos talleres como estos.

Cerca de la casa se puede ver también una taberna que se incendió y al huir los romanos la dejaron tal y como estaba, lo que ha sido perfecto para los científicos y arqueólogos porque, han podido estudiar cómo cocinaban y qué comían los romanos en aquella época.

Fuera se encuentran las ruinas de un teatro y un coliseo que los arqueólogos han encontrado. Los han reconstruido y a veces hacen conciertos.

También hay un templo muy deteriorado, y un anfiteatro, con la sala donde esperaban los gladiadores antes de salir a la arena. Explican qué hacían, qué tipo de gladiadores había, qué animales participaban en la lucha, etc.

Al lado hay unas mesas con bancos de madera por si queréis hacer un alto en el camino y comer un bocadillo.

También hay en Augusta Raurica una cloaca subterránea por la que se puede andar. Es un túnel estrecho y oscuro, así que hay que llevarse una linterna.

A nosotros las ruinas nos han gustado mucho. Esperamos que a vosotros también os gusten.

Marina: Tres en suiza